A través de un tuit que hizo carrera, Jorge Sansot, un productor rural hizo una comparación que demostró el desfase de precios que existe en el país para repuestos agrícolas como las cubiertas, incluso respecto de su valor en países limítrofes.
En un posteo en la red social del pajarito Sansot publicó una foto y escribió: “Esta goma (de cosechadora), nueva, vale $1.100.000, casi lo mismo que un Gol usado año 2015. Hay algo que no está bien”, al tiempo que contó en Twitter que el mes pasado había comprado un auto en $1.200.000. Con esa publicación tuvo más 55.000 “me gusta” en Twitter.
Inmediatamente, los usuarios que vieron su posteo armaron un hilo de respuestas en Twitter. Uno de ellos informó que en Uruguay ese producto vale US$3.100, mientras que otro ironizó: “sale más barato ir a veranear a Punta del Este con la cosechadora, la engomás y pegás la vuelta”.
Sansot, el iniciador del tema le contestó: “Y salen un 30% más en dólares acá (en Argentina) que afuera”. Mientras tanto, otro seguidor suyo agregó desde un país vecino: “En Brasil un rodado 28 de misma marca está US$1.600”.
Otro tuitero, desde otro país limítrofe, le propuso: “Cruza a Paraguay que valen menos de la mitad”. En tanto, otro seguidor, analizando lo que pasa en los países vecinos, sintetizó: “Te vas a Paraguay y están menos de la mitad, y te vas a Brasil y están a la mitad, un delirio”.
Ampliando el panorama de precios de las cubiertas de cosechadoras, otro seguidor aportó: “En Europa esa nueva cuesta €1.000, unos $220.000 al blue o $120.000 al oficial″.
“Soy productor de caña de azúcar en Tucumán, estamos listo para salir a cosechar en junio, sin saber si rompemos una cubierta de la máquina y tenemos que salir de pista porque en toda Argentina no hay”, contó otro usuario.
“Nada mejora”
En tanto, desde la zona bonaerense de Piedritas, cerca de General Villegas, en plena recolección del cultivo de soja, lejos de las redes sociales y arriba de su cosechadora trabaja el contratista Gabriel Luciani.
En realidad, él es el dueño del neumático del posteo de Sansot, que había tuvo que desechar, luego de lo cual intentó comprar uno nuevo, hasta que se enteró del valor que pedían. Luciani es de Alcorta, Santa Fe, pero hace más de 30 años que junto a su padre hacen servicios de cosecha en diferentes regiones del país.
Mientras está él trabaja en Piedritas, su padre cosecha maíz en Cañada Seca, cerca de allí. “El tema de las cubiertas no es solo el precio, sino que nuevas no hay. Y lo único que encontramos en el mercado son usadas en mal estado y por las que debemos pelear el precio, porque las venden como si fueran nuevas. Nos dicen un precio altísimo y si le pedimos rebaja, no las bajan, total siempre va a haber otro que las va a pagar”, contó.
Y agregó: “En los grupos de contratistas de Whatsapp viven buscando cubiertas. Gracias a Dios, yo tenía una nueva de repuesto porque compré en su momento un par, pero si hoy salís a buscar una de estas, nueva, no se consigue y el que la tiene te la vende a precio dólar billete, sin financiamiento. Yo no puedo parar porque estoy pagando todos los meses la cosechadora usada que tengo”.
Finalmente, Luis Simone, presidente de la Cámara de Contratistas Rurales de la Provincia de Buenos Aires, expresó que esto no es nuevo y que el problema del abastecimiento de insumos para el agro, en especial neumáticos para maquinarias, empeora diariamente.
“Esto lo venimos denunciando desde hace tiempo. Esto es lo mismo que pasa ahora con el faltante de combustible: no hay, entonces lo cobran más caro y aparecen los sobreprecios. Nada mejora en este país, es una mentira constante. Yo el año pasado ya compré una goma para la cosechadora en $1.000.000. Es inadmisible lo que está sucediendo, sobre todo en tiempos de cosecha”, le dijo al diario La Nación.
“La realidad es que, si el mercado estuviese regularizado, no valdrían eso y estarían a $400.000, a menos de la mitad. Pero al haber faltantes se genera una suba de precios de esos productos”, explicó.
En este contexto, señaló que hay que comprender a quienes proveen de los insumos. “Hay que entender a los proveedores porque no saben tampoco cuándo van a poder reponer la mercadería y a qué precio. Ellos tienen que cubrirse porque no se sabe nada de lo que va a pasar mañana o pasado, si viene o no una devaluación”, remarcó.
“Es muy difícil de conseguir y muchos gomeros incluso prefieren no vender. Con este Gobierno, todos los días te levantás y no sabés con qué te vas a encontrar. Todo es un desorden y estimo que no se va a regularizar la importación de los insumos para la cosecha”, opinó.
La Nación