El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Argentina publicó el nuevo inventario, con una nueva metodología fundamentada en el cambio del calendario de vacunación en algunas provincias argentinas, el inventario indicó una baja del stock bovino argentino significativa.
https://www.magyp.gob.ar/sitio/areas/bovinos/informacion_interes/informes/_archivos//000001=Series%20de%20stock%20bovino%20y%20mapas/000000_Stock/210730_Informe%20Serie%20Stock%20Bovina%20a%20Diciembre%202007-2020.pdf
https://www.magyp.gob.ar/sitio/areas/bovinos/informacion_interes/informes/
En su informe el stock bovino argentino ha fin de Diciembre de 2020 sería de algo más de 53.5 millones y se habrían disminuido 943265 cabezas.
Los terneros y terneras cayeron -657256, explicado por la sequía que pego fuerte en la preñez y el destete.
Los animales en crecimiento (vaquillonas, novillitos y novillos) -254071, explicado por el aumento de la faena de estas categorías y falta de incentivos para retención.
La caída de la categoría vacas (-83056), mantiene el stock de vacas con pérdidas anuales de entre el 1 y el 2 %.
Dato Mata Relato
Mirando sólo el stock ganadero vemos que el clima ha sido la principal causal de la pérdida del stock, disminución en la producción de terneros.
En contrapartida encontramos que el aumento de la tasa de extracción está afectando las categorías de animales en crecimiento, con caídas de todas las categorías, esto es una señal de alarma importante que vamos a ir desarrollando.
Desde hace unos 4 años, la inserción de China en el negocio ganadero llevó a diferentes análisis.
La resiliencia de los ganaderos no tiene un desarrollo lineal que dejó de lado que las crisis económicas junto a la desconfianza que generan las políticas económicas que se desarrollan.
En este análisis tenemos la influencia tanto de la política del Kirchnerismo como la política del Macrismo, en un negocio de largo plazo han influido decididamente en la realidad actual.
Utilizando el latiguillo de moda, dato mata relato, el cambio de gobierno provocó incremento del stock ganadero e incremento de la producción, pero no duró lo suficiente para que se vuelva tendencia.
El gráfico nos muestra que el stock bovino argentino tenía una tendencia de crecimiento durante 2016 al 2018, tendencia que cambió con la crisis económica del último tramo del gobierno de Mauricio Macri y se ha acentuado con las políticas actuales.
También vemos que Argentina con un stock que se comenzaba a reducir, la producción de carne comenzaba a aumentar.
Como muestra el gráfico, para que el stock argentino crezca la tasa de extracción (cabezas faenadas/cabezas totales) debe estar entorno del 20 al 23 %, esto implica baja actividad industrial y bajo empleo.
Cuando la tasa de extracción supera el 25 % mejora la actividad industrial y aumenta el empleo.
La trampa, aumentar la producción significa aumentar las cabezas faenadas, se había comenzado a revertir sólo por la tracción de China.
El límite está cerca
La industria frigorífica necesita que la materia prima para faena sea abundante para maximizar su rentabilidad, esto no ocurre y no ocurrirá sin trabajar junto a la producción.
En el mundo el camino de aumento de la producción individual de manera rápida ha sido aumentando la participación de granos en las dietas de crecimiento,
En Argentina esto no sucede, si se pone un límite al precio del novillo para consumo, el uso de granos queda limitado a procesos de super producción de granos, donde se aumente la oferta local de maíz principalmente, cuando esto no sucede los valores son restricción para le uso de granos en la alimentación y esto provoca una disminución de la producción individual de manera directa.
Comparando el año, la faena de machos y hembras, la producción de carne, todo parece lo mismo.
Con una mirada más profunda, enfocándonos en el peso de la res y la producción de carne media por cabeza vemos algunas cosas que resultan interesantes de analizar.
La carne vacuna argentina tiene ciclos productivos dependientes de la política de estado.
Esto tiene que ver en qué INDEC no quiere cambiar la participación de la carne vacuna en la canasta de alimentos, a pesar de que su consumo por habitante y por año ha bajado rotundamente.
Los números muestran que con un Gobierno pro exportación, la producción de carne vacuna por cabeza aumento y el peso medio de res también tenía esa tendencia, en cambio en gobiernos que han limitado la producción esto no ha sucedido.
TODO ESTO CONFIRMA QUE NO HAY ANTAGONISMO EN CONSUMO INTERNO Y EXPORTACIÓN.
Mirando a la Producción
Comparando los mismos periodos, nacimientos de machos y hembras, versus faena de machos y hembras, más volumen total faenado tenemos lo siguiente:
En pleno periodo de liquidación post cierre de exportaciones decretado por Nestor Carlos Kirchner, la faena cae abruptamente de 16 millones de cabezas a 11 millones de cabezas, esto muestra el gran impacto negativo que tuvo sobre la actividad frigorífica y el empleo esta medida.
Hubo que esperar hasta 2018, 12 años después d ela medida para que el volumen de faena y de actividad industrial crecieron en volumen.
Comparando la faena con los nacimientos encontramos que luego de la liquidación del 2009, el escenario es de menos faena y más nacimientos, aunque esto empezaba a cambiar a partir de 2018.
Desde 2007 hasta 2009 la faena fue superior a los nacimientos, liquidación en estampida, pero luego comienza a recuperarse hasta 2016 momento que Argentina alcanza 55 millones de cabezas, pero luego esta tendencia comienza declinar.
Hicieron falta 7 años para revertir la tendencia aumentando la producción de carne y comenzando a aumentar la producción por cabeza que había llegado a un minimo de 49 kilos por cabeza y llegó a 59 kilos por cabeza en 2020.
El aumento de la producción de los últimos años se debe a que el peso medio de faena de machos creció gracias a la recría con terminación corta en base a granos, como ejemplo de esto es el Novillo para cuota 481, claro ejemplo de CONSUMO INTERNO MAS EXPORTACIÓN.
Resumiendo
Argentina al igual que los demás países de la región comenzaba a ingresar a un proceso de retención, tanto de machos como de hembras, esto presionará más los precios a la suba y presionará los precios de la canasta básica argentina.
El Gobierno entendió que golpeando fuertemente a la exportación provocaría que haya una huida por parte del sector productivo, buscando el efecto de aumento de la oferta de carne que hubo entre 2007 y 2009 que provocaría la baja de precios.
Un mal diagnóstico nunca tendrá la posibilidad de curar la enfermedad, esto hará que los efectos coyunturales que tiene la medida actual resulten en un bumerán de precios.
La tensión entre producción y consumo, una vez superados los problemas de recesión ocasionados por la Pandemia harán que los precios al productor tenga un crecimiento en el mediano plazo, probablemente post elecciones.
Aumentar la producción de terneros para que el stock crezca necesita de al menos 3 años de inversiones constantes, sobre todo en el sector criador.
El sector criador en un 70 % no califica para créditos bancarios y no es cliente del Banco de la Nación Argentina.
Mi mensaje es:
Si estas en Ganadería Vacuna, quedate no te salgas. Los ganaderos de los grupos CREA en un 18 % dicen que achicaran la ganadería
Nuestros vecinos tienen un valor real del novillo que es el triple de nuestro valor actual.
Estas medidas del Gobierno solo han hecho un alto en el camino, pronto retomaremos el mismo a pesar de las políticas de corto plazo.
Ing. Andres Costamagna – Ganados & Carnes / Sembrando Noticias
