Hoy el Jefe de Gabinete de Ministros estuvo en Córdoba al pasar, en un acto que no tenía vínculo con el sector y cuando hizo alusión a la riqueza, hizo referencia a que existen granos almacenados en los campos, que están pendientes de liquidar.
Habló de los silobolsas y nos hizo volver a esos tiempos y modos que su Gobierno dice haber venido a desterrar.
Un simple comentario fue suficiente para que reaparecieran los mismos miedos que antes eran cotidianos y que, creíamos, habían desaparecido.
Pensamos que con un Gobierno que se autodenomina libertario, no era necesario justificar como usamos nuestra propiedad o que destino damos a nuestros bienes de cambio. Creímos que de eso se trataba el respeto irrestricto de la propiedad privada que este Gobierno pregona. Pero vemos que no. Que la propiedad, cuando está en manos de productores agropecuarios, es distinta de la de los demás. Nosotros tenemos que vender nuestros productos cuando el Gobierno de turno quiere y al precio que decide, por supuesto como desde hace 20 años, a un precio disminuido por los derechos de exportación.
A nosotros nadie nos incentiva para hacer las inversiones ni nos da un régimen especial, aun cuando invirtamos anualmente 10 veces más que los que reciben los incentivos. Sería bueno que el Jefe de Gabinete de Ministros aclare su comentario.
La situación económica del sector, por varios motivos que no viene al caso explicar, está siendo de una complejidad inusual; y no solo no recibimos ayuda ni incentivos, sino que el Gobierno, incumpliendo sus promesas, continúa con el mismo esquema extractivo de las anteriores administraciones. Y no hay, siquiera, un mínimo atisbo de que algo vaya a cambiar en el futuro.