La cadena de agregado de valor de las proteínas vegetales ha avanzado a lo largo de estos años, tanto en la incorporación de nuevas tecnologías, como en la implementación de nuevos sistemas de gestión que garantizan la calidad y la inocuidad de los productos para consumo humano, permitiendo el acceso a nuevos nichos de mercado nacionales e internacionales, que tienen una mayor exigencia respecto de las características intrínsecas de los mismos, así como de marketing y comercialización.
Texturizado de Proteínas Vegetales
Desde el punto de vista industrial, todos los procesos implicados en la elaboración de productos de alto agregado de valor en la cadena de las proteínas vegetales (Harinas Micronizadas, Texturizados de Proteínas Vegetales, Concentrados y Aislados Proteicos) tienen como objetivo concentrar su contenido proteico, y aprovechar las características nutricionales y funcionales que las proteínas proveen para incorporarlo en diversidad de productos alimenticios.
En el proceso de texturización, las harinas proteicas y los concentrados se exponen a un proceso extrusión, lo que permite la desnaturalización y la alineación de la proteína en una estructura que imita la naturaleza fibrosa de la carne, siendo aplicado en: hamburguesas, Nuggets, Productos Plant Based, entre otros.
Industria
Las empresas dedicados a la fabricación de este tipo de productos, se han conformado en el mes de Octubre como Clúster de Proteínas Vegetales bajo el formato de una Asociación Ad Hoc. Las mismas se encuentran localizadas en las provincias de: Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.
El Clúster está conformado por 10 empresas (Valorasoy, América Pampa, El Talar Agroindustrial, Bionutrit, Galpro, Latam Agroservicios, Porta Hermanos, Laboratorios Farmesa, La Troja y Proteínas Argentinas) que exportan a más de 54 países y compiten con los mercados de Estados Unidos, China, India, Brasil, entre otros. Transformando las legumbres y la soja en alimentos destinados a la industria y consumidores de proteínas de todo el mundo. Conformándose como una economía regional en crecimiento.
El mayor mercado es de exportación.
Dicho esto, el Clúster de Proteínas Vegetales solicita rever el aumento potencial de las retenciones al 15%, lo cual resulta en una perdida absoluta de competitividad en el precio por tonelada de los texturizados de proteínas vegetales, en el contexto internacional, no pudiendo de esta manera seguir compitiendo con el valor FOB ofrecido por los restantes países productores y exportadores de los productos.
Recordando adicionalmente la posición geográfica de Argentina, lo cual deriva en una desventaja logística por costo, respecto del resto de los países productores y exportadores.
Partiendo del valor promedio del precio FOB por tonelada de los productos, el aumento de las retenciones al 15% deja al Clúster y a cada una de las empresas que lo conforman, frente a una situación vulnerable de perdida absoluta de rentabilidad para poder mantener el valor FOB del producto impuesto por el mercado internacional, sumado al alto costo de la materia prima (por encima del valor del mercado) a partir del cual se genera el valor agregado:
Considerando la inversión que genera para cada una de las empresas que conforman el Clúster de Proteínas Vegetales la búsqueda y consecuente incorporación de nuevos clientes; sumado a la dificultad en la importación de tecnologías necesarias para la generación de valor agregado; la continua inestabilidad política argentina; los aumentos constantes del valor de los servicios y la energía, la reciente novedad en la suba de las retenciones para los texturizados de proteínas vegetales, deja a las empresas elaboradoras y exportadoras de dichos productos por fuera del mercado internacional, en términos competitivos, si se traslada la suba al valor FOB por tonelada.
Mira aqui la petición que realiza el Cluster al Ing. Fernando Villela
