Es un producto que combinado dentro de un programa de manejo integrado de malezas contribuye al mejor resultado final.
“Las malezas son plantas indeseables porque se desarrollan en áreas donde interfieren con el normal desarrollo de los cultivos. Por otro lado, el manejo del hombre crea oportunidades para que ellas puedan evolucionar y adaptarse a las nuevas condiciones. Por ello, el control de malezas es una de las técnicas principales a implementar para un correcto manejo de cada lote”, explica Sofía Talaro, Ingeniera Agrónoma y Coordinadora de Marketing Regional en Santa Fe – Litoral de Summit Agro.
Entrando más en detalle, la Ingeniera Talaro sostiene que “es fundamental el control temprano de malezas, debido a que en los estadios iniciales de los cultivos existe una etapa crítica denominada período libre de malezas. En ese lapso, la presencia de malezas ocasiona una reducción en el rendimiento final del cultivo, debido a la competencia que ejercen por la luz, por el agua y los nutrientes”. “A su vez, también un control efectuado preventivamente, es decir con el tiempo necesario de antelación, permite alcanzar una mejor eficacia. Esto brinda mejores resultados debido a que actúa sobre malezas que están emergiendo, y que presentan en ese momento, un solo punto de crecimiento que controlar”, explica la especialista.
Para ubicar la problemática en el contexto adecuado, la experta señala que los puntos a tener en cuenta para logar un correcto manejo de las mismas son: a) conocer la historia del lote con el propósito de identificar las malezas problemáticas y su nivel de infestación, para luego determinar dos aspectos clave que son:
la biología de las mismas y sus flujos de emergencia. Además de evaluar los aspectos competitivos y sus umbrales de daño, y b) a partir de esos puntos diagramar un programa de manejo que combine métodos culturales -como la elección correcta de híbridos o de variedades, fechas de siembra, distancia entre hileras, la rotación de cultivos, elección del lote considerando su problemática de malezas-, con métodos químicos efectivos y seguros para el ambiente y el usuario.
¿Qué ofrece Summit Agro para el manejo inteligente de las malezas?
En el portfolio de Summit Agro se encuentra Fierce Ready Mix, un innovador herbicida pre emergente registrado para cultivos de verano como soja y maíz que se desarrollan con la competencia de malezas de ciclo primavero-estival.
Fierce RM es un herbicida que combina dos principios activos, con diferentes modos de acción. Por un lado, contamos con la acción de Flumioxazín, un activador lumínico de ROS, combinado con Pyroxasulfone cuyo modo de acción pertenece al grupo de los inhibidores del metabolismo. El sinergismo de estos dos activos asegura un contundente control sobre malezas de hoja ancha, como puede ser yuyo colorado (Amaranthus spp), rama negra (Conyza spp), y a su vez controla gramíneas anuales, por ejemplo, capín (Echinochloa spp), pata de gallina o pata de ganso (Eluisine indica) y otro ejemplo es Digitaria sanguinalis.
Entre otras características a destacar de Fierce RM, encontramos su gran efecto residual asegurando que los estadíos iniciales del cultivo se desarrollen libres de la competencia por recursos. Además, sus propiedades fisicoquímicas hacen a su bajo EIQ (índice de impacto ambiental) resultando en un producto amigable para el ambiente y para el usuario.
Asimismo, Fierce RM es un herbicida fotoestable. No se degrada con la luz solar y a su vez, tiene alta afinidad con los coloides del suelo permitiendo que permanezca en los primeros centímetros del perfil del suelo. Justamente allí es donde se ubica el banco de semillas de malezas problemáticas que queremos controlar.
A su vez otra distinción del herbicida, es su vida media corta, evitando la prolongada acumulación de los activos en el suelo (bajo carryover) y brindando flexibilidad en la rotación de los cultivos posteriores. Otro aspecto muy importante, es su banda toxicológica IV, es decir que es un producto banda verde, apto para aplicaciones periurbanas.
Para finalizar, la Ingeniera Talaro destaca la recomendación de aplicarlo de 10 a 15 días previo a la siembra de maíz y 10 días previo a la siembra de soja.