Durante el mes de julio, mediante el Boletín Oficial, se publicó el Decreto N°377/2023 que amplía el alcance del impuesto País. Entre las novedades, se grava la compra de bienes y servicios en el exterior y el ahorro en moneda extranjera.
La resolución de la afip N° 5393 estableció una alícuota del 7,5 % para la importación de fitosanitarios, fertilizantes, equipamiento agrícola, partes y piezas para la construcción de maquinarias agrícola y repuestos.
Por otra parte, a esta situación, se le agrega el hecho de que hay serios problemas en el abastecimiento de estos insumos agropecuarios, como consecuencia de la complejidad y las demoras en la aprobación del SIRA (Sistema de importaciones la República Argentina). Los datos son alarmantes y no se observa una solución inmediata.
Para más contexto, en Argentina se importan 3.000 millones de dólares de productos fitosanitarios. La mayoría de ellos, corresponden a principios activos que son formulados, envasados y distribuidos por la industria Nacional. Esta
restricción a las importaciones, además de afectar a la agroindustria, pone en riesgo el normal desenvolvimiento de la producción agropecuaria.
En cuanto al panorama de los fertilizantes, el mismo sigue un sendero similar. Cinco millones de toneladas se consumen anualmente en la Argentina, siendo los nitrogenados y fosfatados los más importantes. De esos 5 millones, el 60 %
se importan.
Es decir que, alrededor de 2.500 millones de dólares que provienen del exterior, sufren las mismas trabas que los productos fitosanitarios analizados anteriormente. En otras palabras, estas trabas son un condicionante clave para la siembra de los cultivos de verano y el resultado final de la próxima campaña.
A modo de referencia se analizaron tres de los cultivos más sembrados en la argentina, comparando los costos en el mes de junio de 2023 con los actuales. En los resultados se observa que el maíz fue el más afectado con un 11% de aumento en dólares debido a su alto uso de fertilizantes, el cual aumento 24 %.
El siguiente cultivo fue girasol con un 10 % mientras que la soja registró el menor aumento con un 6 %.
Las continuas restricciones y demoras a las importaciones, el aumento directo del 7,5 % del nuevo decreto y la retención de mercadería sujeta a un mercado incierto, ha provocado un importante aumento en los costos productivos para este ciclo agrícola.
Análisis de los diferentes rubros que participan en los costos de producción, en el mes de agosto 2023, comparado con el del mes de junio, estableciendo los % de diferencia.



Es válido remarcar que el productor agropecuario viene de atravesar una de las sequias más importantes de la historia. Así mismo, la gran mayoría arrastra deudas de la campaña anterior con proveedores, bancos, arrendadores y particulares.
No cabe dudas que este nuevo y difícil ciclo tendrá que ser afrontado con más deudas, teniendo en cuenta, además, que luego de la devaluación las tasas bancarias ascienden a 130 % anual, complicando aún más el panorama a futuro.
Ante este escenario muchos de ellos están tomando la decisión de sembrar el cultivo de menor costo y con la menor tecnología posible para abaratar gastos. Esto implica un aumento de la superficie de soja en detrimento de la siembra de maíz y otros granos.
En conclusión, además de afectar la rotación, las medidas aplicadas por el gobierno no hacen más que atentar contra la sustentabilidad del sistema agrario, la cadena agroalimentaria y la disminución de ingresos de dólares por exportación.
Es por eso que se requiere, con inmediatez, políticas agropecuarias integrales y estables en el tiempo, que permitan producir con previsibilidad, que promuevan la aplicación de tecnologías, estimulen dicha producción y que fortalezcan la conservación de los recursos naturales
Sociedad Rural de Rosario
