Enero se despide con un balance pluvial que presenta acumulados muy desiguales en la región pampeana. Este primer mes del año se culmina con interrogantes sobre el impacto real que han tenido las precipitaciones en los cultivos. A lo largo de las primeras dos semanas, las lluvias se concentraron en la franja oeste mediterránea, dejando a la zona núcleo con aportes mínimos.
Comportamiento errático de las lluvias
La segunda quincena de enero trajo consigo un aumento en la recurrencia de lluvias, pero el comportamiento fue errático. A pesar de los volúmenes significativos en sectores específicos, muchas áreas sufrieron escasez de agua. En los últimos siete días, las precipitaciones variaron entre 2 y 70 milímetros, además, las áreas con cobertura fueron bastante limitadas. Aunque la segunda mitad del mes ofreció un alivio después de semanas sin agua, la irregularidad persiste, intensificando la problemática de la escasez hídrica.
Implicaciones para el futuro agrícola
Con un enero que finaliza con acumulados globalmente por debajo de la media normal del mes, los efectos sobre la agricultura son preocupantes. Si bien hubo mejoras en regiones que superaron los 50 milímetros, muchos sectores apenas recibieron 20 milímetros, lo que se traduce en un alivio insuficiente frente a la sequía predominante desde diciembre de 2024. Los pronósticos a corto plazo sugieren que febrero iniciará con escasas lluvias, lo que cuestiona la recuperación hídrica de la región.

SUBZONA I
En Carlos Pellegrini, las lluvias del fin de semana alcanzaron los 45 mm en gran parte del área productiva, permitiendo que los cultivos se recompongan y retomen su ritmo de crecimiento. Sin embargo, las altas temperaturas continúan demandando nuevas precipitaciones para consolidar la recuperación. En el caso de la soja de primera, las lluvias favorecieron el desarrollo de las chauchas, pero se necesitan al menos 40 mm en los próximos 10 días para mantener un buen nivel de desarrollo en esta etapa crítica. El 60% transita la plena fructificación (R4) y el 40% está iniciando la formación de la semilla (R5). La soja de segunda retomó su desarrollo, aunque aún requiere precipitaciones adicionales para alcanzar un buen desempeño. El 80% está en plena floración (R2) y el resto, iniciando la fructificación (R3). En cuanto al maíz temprano, el impacto de las lluvias fue positivo y se espera que los rindes alcancen los 110 qq/ha, sin signos de deterioro en el potencial productivo.
“Se normalizaron las lluvias en general hacia el oeste (Córdoba), norte del país. Veníamos secos pero ahora recibimos algunas lluvias”, dicen los asesores de María Susana. Agregan que se necesitaría que llueva dentro de una semana a diez días como para completar un año aceptable”. Los cultivos han atravesado dificultades, pero muchos aún siguen en carrera, a la espera de más agua. “La soja de primera está finalizando la floración con aplicaciones de fin de ciclo y mantiene buenas perspectivas. La soja de segunda, en cambio, ha sufrido más: está muy atrasada, pero con una intensa floración pese a su menor porte”, explican. En cuanto al maíz tardío, muestra un buen estado, aunque necesita más lluvias, mientras que la cosecha del maíz temprano para grano húmedo comienza hoy, con expectativas algo menores, en torno a los 100 qq/ha. “Actualmente, un rendimiento aceptable en soja implica un promedio de 35 qq/ha entre lotes de primera y segunda. Habrá que ver cómo evoluciona la situación en las próximas semanas para ver si logramos alcanzarlo”.
En Aldao llovieron 30mm, pero hacia Rosario fue muy poco y alertan por una situación crítica de los cultivos allí. “Más que lluvias, parece que hubo baldazos de agua. La disparidad es enorme. La campaña en la región es como un “perro dálmata”, dónde llovió son las zonas blancas, con productores que aún siguen en carrera de alcaznar los promedios, pero dónde no llovió, y más si no llueve la proxima semana, las perdidas van a ser muy importantes, como en la 2020/21, o incluso hasta totales como en la 2022/23”. “Ibarlucea está bien, sigue en carrera si llueve; Aldao, pelea todavía por llegar a los rindes promedios, si llueve la próxima semana. Pero hay zonas como Tortugas o desde los alrededores de Rosario hacia el sur, que la sitaución es grave y debe llover la proóxima semana para la soja de 1ra”, advierten. “El perído crítico de la soja va del 15 de enero al 15 de febrero, y si no llueve de forma importante en esas semanas, no hay fecha de siembra que se salve”, dicen en el área.
SUBZONA II
Las lluvias recientes en Bigand sumaron unos 40 mm, aunque se distribuyeron de manera desuniforme, lo que genera áreas con déficit hídrico. Para aquellos productores que recibieron un buen milimetraje, el alivio fue notable, permitiendo una rápida recuperación de los cultivos. En el caso del maíz temprano, la mejora en la disponibilidad de agua favorece el llenado de granos y eleva las expectativas de rinde, con valores que oscilan entre 80 y 110 qq/ha, con un promedio de 85 qq/ha. En cuanto a la soja de primera, las lluvias llegaron en un momento clave. Muchos lotes se encuentra atravesando el periodo crítico. Se los ve entre R2 (plena floración) y R4 (plena fructificación). Si bien la recuperación es evidente, la continuidad de las precipitaciones será fundamental para sostener el buen desarrollo del cultivo. El 20% de los cuadros se encuentran muy buenos, el 60% buenos y el resto, un 40%, continua en estado regular. En soja de segunda, también se observa una mejora generalizada, sin reportes de lotes perdidos hasta el momento. Sin embargo, se requiere que las lluvias sean más uniformes y sostenidas para consolidar la recuperación. Respecto al maíz tardío, la superficie implantada en la región es baja, pero los lotes existentes presentan una buena condición por ahora.
En la zona oeste de Bombal se registraron 76 mm el fin de semana, pero a unos 10 km hacia el este, el volumen fue de 35 mm. “El impacto de las lluvias fue tremendo”, comentan los ingenieros. Si bien no había un deterioro marcado en los cultivos, solo algún retraso en el crecimiento de la soja de segunda, esta lluvia permite mantener la buena condición. La soja de primera se encuentra en excelente estado, “no hay ni una sola hoja amarilla o deteriorada”, señalan. “ Es muy importante que las condiciones climáticas sigan acompañando, ahora que comienza con la fructificación”, agregan. En cuanto al maíz temprano, se espera un rinde promedio de 100 qq/ha. Respecto al maíz tardío, podrán recuperar su condición aquellos que se encuentran en lotes de mejor calidad.
En Teodelina, tambien se habla de la gran disparidad de las útlimas lluvias: “80 mm en la zona urbana; en los campos solo 10 a 25 mm”. El maíz pasó de un potencial de 120 a 90 a 95 qq/ha. El llenado fue muy afectado, En soja de 1ra ya estamos en R5, “ estamos comenzando el llenado, necesitamos que llueva la próxima semana. Los lotes están entre buenos a malos según condición de los suelos. Pueden todavía alcanzarse rindes de 35 a 40 qq/ha sí llueve la próxima semana”. “En sojas de segunda vemos de todo: lotes sembrados muy tempranos hasta de reciente siembra. Necesitamos lluvias en la próxima semana y que no haya otra ola de calor”. El maíz tardío está muy desparejo y en condiciones regulares a malas en el área.
SUBZONA III
El lunes, las lluvias volvieron a fallar en los partidos de Colón, Pergamino y en buena parte de los departamentos General López y Constitución. “La sequía es total, y esperamos una pérdida de cosecha similar a la de la campaña 2022/23”, advierten los técnicos de Pergamino. La soja de primera aún mantiene cierto potencial, pero la falta de agua en el suelo amenaza el llenado de granos. “Si lloviera ahora, todavía se podrían rescatar rendimientos aceptables. Pero la lluvia no llega, ese es el problema. En algunas localidades solo se acumularon 20 mm entre diciembre y enero, una situación imposible”, explican los especialistas. La soja de segunda es el cultivo más comprometido. “La mayoría de los lotes están raleados, y las plantas que lograron sobrevivir apenas alcanzan los 20 cm de altura, pese a haber sido sembradas hace dos meses. La perspectiva de rendimiento es nula en la mayoría de los casos”, describen. En cuanto al maíz, los lotes están muy adelantados en su ciclo, con una cosecha que comenzará en febrero. Hay una gran disparidad en los rendimientos: desde lotes con producción nula hasta planteos que alcanzan entre 60 y 80 qq/ha. “Es un número que al menos le permite al productor cosechar algo”, concluyen los técnicos.
SUBZONA IV
Las lluvias en la zona de Junín fueron muy desiguales en las últimas semanas, lo cual genera diferencias en el estado de los cultivos: “hace 10 días tuvimos acumulados muy dispares: desde Junín hacia el norte, como Rafael Obligado, Rojas, Ascensión o Ferré, los registros apenas rondaron los 10 mm, con picos de 12 mm en algunos sectores”, explicaron técnicos locales. En cambio, hacia el este, en localidades como Morse e Irala, las precipitaciones llegaron a valores de entre 40 y 60 mm, mientras que al sur, hacia Bermúdez y Lincoln, los acumulados apenas oscilaron entre 10 y 15 mm. El último fin de semana hubo un nuevo evento de lluvias, también desparejo: “algunos sectores acumularon entre 25 y 30 mm en total, mientras que otros llegaron a los 60 o incluso 70 mm”, señalaron los asesores. Estas diferencias en las precipitaciones condicionan notablemente el estado de los cultivos. En el caso del girasol, los técnicos destacaron que los lotes sembrados en ambientes restrictivos están castigados, pero donde las condiciones acompañaron, las plantas se ven excelentes, con muy buen potencial. La zona de Morse y Lincoln tiene los mejores cuadros. El maíz, en cambio, presenta disparidades más marcadas. “En los lotes más afectados, los rindes no superarán los 15 a 40 qq/ha, pero en los cuadros regulares se esperan entre 60 y 70 qq/ha, mientras que los mejores lotes alcanzarán los 100 qq/ha”. En promedio, los rindes estimados para la zona están entre 65 y 70 qq/ha. Los maíces tardíos, sembrados a fines de noviembre y principios de diciembre, estan empezando a florecer, y en los casos donde las lluvias fueron oportunas, el estado es “espectacular”. En cuanto a la soja casi todos los lotes se aplicaron para arañuela. “Estimamos entre 32 y 38 qq/ha, con lotes destacados que superarán los 40 qq/ha. Sin embargo, los cuadros más afectados perdieron nudos debido al estrés hídrico. El cultivo más comprometido es la soja de segunda. “En lotes donde el trigo rindió bien, pero no hubo recarga de agua, las plantas emergieron en condiciones espectaculares, pero luego se fueron secando en las lomas, y en algunos casos se perdió”, afirmaron los técnicos. Además, la arañuela complicó aún más estos cuadros.
SUBZONA V
“La lluvia se está haciendo la loca por acá, pasa la tormenta y no deja ni una gota”, lamentan los técnicos de Corral de Bustos y explican que a la redonda ha llovido mejor pero que esa área quedó excluida de los últimos eventos. En sectores donde llovió un poquito mas o que tuvieron un mejor manejo de malezas, están algo mejor, pero el golpe en la zona se lo va a sentir”, advierten. En cuanto al maíz, los lotes sembrados en septiembre ya muestran signos claros de estrés: la mayoría tiene la espiga dada vuelta, lo que indica que el llenado de granos se cortó. Vamos a quedar con granos chicos y livianos”. Para los sembrados en octubre, la situación es dispar: “algunas parcelas están granando bien, pero en muchas las espigas quedaron vacías en la parte superior. Veremos cómo terminan, pero necesitamos lluvias urgentes para completar el llenado”. La soja de segunda esta floreciendo, aunque con mucho estrés hídrico, mientras que la de primera ya está perdiendo hojas. “La arañuela y los problemas típicos de sequía están pegando fuerte”, concluyen los técnicos.
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario
